lunes, 11 de enero de 2016

En la oscuridad de las montañas


Buenas noches a todos, hoy por fin, después de mucho tiempo de inactividad vuelvo con lo que es el primer cuento del año. Este cuento es ya bastante viejo pero no había encontrado como terminarlo, hace unos días logre encontrar la suficiente inspiración para darle un desarrollo agradable. Sin mas que decir los dejo con la gruta obscura.



La Gruta Oscura


Simón, Jaime, Arturo y Clara se disponían a explorar los secretos de la montaña fría, un lugar situado muy al norte de la ciudad, una montaña enorme situada al centro del bosque de las flores, un lugar muy poco explorado y hasta peligroso debido al frío descomunal que azotaba la región, la gente del pueblo aledaño evitaba a toda costa el contacto con el bosque y no se diga con la montaña y con las grutas que se formaban en la base de la misma. Pero a los jóvenes poco les importaban las supersticiones, las consideraban invenciones de los campesinos, pero algo era cierto, el clima de ese lugar era totalmente atípico e iba en contra de todo el clima cálido de los pueblos a su alrededor.

Los jóvenes atravesaban el gélido bosque con el entusiasmo de explorar la inexplorada montaña, iban en una poderosa camioneta todo terreno por un camino antiguo que se había construido muchos años antes por manos obreras y no sabían exactamente donde terminaba, esperaban que por lo menos atravesara la mitad del bosque, afortunadamente el camino corría largo y tendido hasta unos cuantos metros de la montaña, aparcaron el carro, recogieron sus maletas previamente equipadas con todo lo necesario para la exploración de las grutas, así también bajaron todos los viveres que pudieron ya que el trabajo de exploración los tendría cansados para el atardecer y querían tener algo que  comer.

Después de cuarenta minutos de caminata llegaron a la base de la montaña y se dispusieron a rodearla en busca de la gruta más grande, una famosa y enorme grut bautizada por los pueblerinos como la gruta obscura, no fue difícil de encontrar, era un enorme agujero en los pies de la montaña, una caverna enorme con letreros espaciados a su alrededor.

Los letreros decían, ¡Peligro!, No entre zona peligrosa, ¡Aléjese!

Los pueblerinos se tomaban muy en serio sus propias leyendas, pero los jóvenes se sentían sumamente emocionados por ser los primeros espeleólogos en investigar el lugar y era muy sorprendente que nadie antes la hubiera explorado tomando en cuenta el sencillo acceso, incluso había un camino a través del bosque y señalizaciones para encontrarla con relativa facilidad, ellos habían explorado otras montañas y cuevas donde el acceso era tan complejo que el helicóptero era la única opción, Se pusieron manos a la obra y trazaron un plan de exploración.

Jaime o James como le gustaba que lo llamaran era el típico chico rudo y valentón, Simón y Arturo eran más maduros e inteligentes, además eran los más experimentados en las ciencias de la exploración de cuevas, cavernas, grutas, cenotes y Clara al igual que James solo iban por gusto, en afán de pasar un buen rato entre amigos y entre ellos como pareja además ambos eran apasionados por los deportes extremos.

Antes de entrar a la cueva escucharon con asombro que la leyenda se volvía realidad, un potente grito desgarrador y agudo salió de las puertas de la gruta obscura, al instante un segundo aullido resonó en las paredes exteriores de la gruta y un tercer grito ahora grave, tosco y enloquecedor provino de lo más profundo de la montaña.

Los jóvenes quedaron como estatuas escuchando semejante sinfonía, jamás en su carrera habían escuchado algo similar. Quedaron estupefactos por unos minutos hasta que escucharon un galopar fuerte, retumbante, era como un caballo enorme aproximándose hacia la gruta y mientras se dejaba venir relinchaba de una manera enloquecedora, un relinche humanoide tan vomitivo que los jóvenes solo pudieron reaccionar de la manera más natural corriendo sin control a toda velocidad hacia el carro, pero algo raro estaba pasando, el bosque se veía más negro y frondoso que cuando llegaron al píe de la montaña, el camino ya no estaba definido, parecía estar bifurcado en varios senderos que guiaban a puntos muertos, finalmente quedaron atrapados entre la montaña y un frondoso bosque de difícil acceso, no había rastro del camino original y lo más aberrante sucedió frente a sus ojos, el bosque se había multiplicado, un enorme árbol con un tronco color negro petróleo emergió del suelo, seguido de otros dos y luego cuatro, así hasta que no hubo manera de cruzar el bosque. Aterrados por lo inverosímil de la situación, se echaron a correr en dirección a la gruta, llegaron a un punto que parecía seguro y se sentaron en las piedras a evaluar la situación.

James comenzó.
-¿Qué demonios ha sido toda esa mierda?, ¿Qué paso con mi cabrona camioneta?, ¡¿Vieron el puto árbol como salió del suelo?!, ¿Y esos sonidos en la gruta?, ¿Díganme que escucharon como venía encarrerado el puto ese?

Clara lloraba desconsoladamente y emitía sonidos ininteligibles, Arturo jadeaba de tanto correr.

-Cálmense todos –sugirió Simón- tenemos que encontrar la camioneta, si no, nos espera una enorme caminata de regreso.
-¡No me digas! ¿¡Qué no estás viendo cómo crecen los arboles ochocientas veces más rápido de lo normal!? ¿Y lo más inteligente que se te ocurre es recordarnos lo jodidos que estamos? Seguramente mi camioneta está hecha mierda, ya me la imagino perforada por los cabrones pinos del infierno.

-No es momento para pelear –dijo Arturo- mejor revisen los radios o sus celulares a ver si hay señal o algo.
-De eso es de lo que estoy hablando, ideas prácticas, imbécil. Eres un cabron genio.

Revisaron radios y teléfonos pero la señal era optima, a pesar de eso no había manera de conectarse a internet o realizar llamadas, el radio después de muchos intentos capto una frecuencia, lamentablemente era pura estática.

-Bueno todo se ve más tranquilo, voy a echar una meada.

James dijo esto y camino hacia un cumulo de piedras grandes, Clara ya estaba más tranquila y se puso su sudadera ya que el frio empezó a arreciar al pie de la montaña. Mientras tanto Simón y Arturo seguían intentando con el radio, de pronto regreso James acelerado.

-Miren esta mierda que encontré entre las piedras, por poco y lo meo todo –río- parece ser una especia de diario o algo así, ¿Qué coño haría esto aquí?

Le entrego el diario a Arturo y se sentó junto a Clara, la abrazo y la consoló mientras Arturo y Simón revisaban el objeto. Parecía ser muy viejo, estaba en muy mal estado pero el contenido parecía divisible en su mayoría. Arturo se sentó en una piedra y comenzó a leer.

“Estoy dispuesto a investigar los misterios que esconde la montaña fría y el bosque de las flores, para esto me instale hace ya seis meses en el letárgico pueblo de “Parcela Verde” el más cercano a la montaña, pero más bien debería llamarse parcela hedionda o la parcela del aburrimiento, aquí la gente es muy rara y tienen miedo de todo, me estoy documentando de toda su información  veraz, la cual es muy nula, todo gira en torno a leyendas, aunque hay ciertos casos que llamaron mi atención de inmediato, el caso de los niños sin retorno y el de la pareja de extranjeros que desapareció sin dejar rastro.

El primer caso es sumamente oscuro, tanto así que pienso que los niños más bien fueron asesinados y deformados. Cuentan que un padre llevo a sus tres hijos de paseo por el bosque con el afán de explorarlo, pero el padre no calculo la distancia recorrida y quedaron muy cercanos a la montaña, cuentan que el padre se tendió en el suelo y dejo a sus hijos explorar por ahí cerca, solo dormiría media hora e iría por sus hijos para comer lo que traía, la sorpresa fue terrible cuando el hombre despertó en plena noche y a cierta distancia de donde se quedó dormido,  el hombre histérico volvió a buscar su automóvil y busco toda la noche hasta que al pie de la montaña encontró una demencial efigie erguida con los cuerpos sin vida de sus tres hijos, los troncos juntos, los brazos y piernas a manera de patas y las tres cabezas en forma de triángulo, formando la imagen de un demencial arácnido humano.

El otro caso es sustancialmente más oscuro y xenófobo a mi juicio, ya que involucra a una joven pareja de extranjeros. Nadie fue capaz de decirme de dónde venían estas personas pero yo intuí que de alguna parte del sur de América o de España ya que hablaban español como lengua materna. Dicen que los jóvenes llegaron al pueblo a vacacionar un verano hace ya un buen tiempo y se la pasaron tan bien en este lugar (seguramente estaban drogados los infelices) que al verano siguiente volvieron, compraron una casucha vieja, la demolieron para construirse un palacio celestial en el pueblo y a partir de ahí venían a la casa cada que podían para quedarse largas temporadas. Era bien sabido el gusto de “los güeros” (que era como la gente se refiere a ellos), por las leyendas y misterios que envolvían el bosque de las flores, también era bien sabido que daban largos recorridos por el bosque casi llegando a la montaña y más de una vez desaparecieron dos o tres días, por eso aquel día no les extraño a los pueblerinos que se desaparecieran cinco días, la preocupación comenzó cuando quince días habían pasado y no habían vuelto ni parecía que se hubieran ido de regreso a su país ya que en la casa aún seguía su automóvil y todas sus cosas también seguían en la casa. Los pueblerinos más allegados decidieron emprender una búsqueda improvisada por el bosque, pero solo eran unas ocho personas las que se atrevieron a entrar en el bosque, se internaron mucho en cuatro grupos diferentes y no encontraron gran cosa hasta el tercer día de búsqueda, ya habían recorrido todo el bosque de cabo a rabo, pero no el área de la montaña, ahí afuera de la gruta oscura encontraron al güero desnudo, muy sucio, parecía incluso que estaba muy lastimado, no se movía ni parecía estar conciente de nada  y frente a él estaba la güera, o lo que quedaba de ella, cuentan los nauseabundos pueblerinos que la mujer estaba irreconocible, parecía ser que el hombre había descubierto su gusto por la carne humana y se había comido a su esposa con todo y ropa, solo algo no concordaba, el tipo no tenía señales de haber comido recientemente, no tenía sangre en su cuerpo, ni en los dientes, tampoco presentaba signos de haber peleado con una persona, más bien parecía que se había peleado con un oso ya que tenía casi todos los huesos rotos, severas heridas internas y múltiples lesiones en la piel y músculos, aun así había aguantado quizá varios días sentado en una piedra frente al cadáver medio devorado de su mujer y había vivido para contarlo, excepto que el tipo no lo conto jamás, al llegar con el doctor del pueblo el hombre murió de inmediato sin pronunciar ni una sola palabra, el dictamen final es confuso e improbable ya que sugiere que en algún momento dado, la pareja se vio acechada por algún animal y fueron forzados a entrar a la gruta, al no tener recursos suficientes la pareja decidió salir solo para darse cuenta de que su perseguidor seguía afuera esperándolos, luego el hombre quiso defender a su mujer y fue severamente lesionado al tiempo que su esposa era devorada por algún animal. Esta teoría es totalmente improbable y todos en el pueblo lo saben, pero aun así es la historia oficial de lo que le pasó a los güeros. En primera, ¿Qué clase de animal podría haber causado esas lesiones?, segunda, ¿Por qué no se lo comieron a él también? Y tercera, ¿Por qué el animal se tornó tan persistente?, al grado de seguirlos hasta la gruta y prácticamente acampar hasta que volvieran a salir, mi teoría personal es que los pueblerinos fueron los ejecutores de tan terrible situación, pero aun no tengo pruebas para acusar a nadie.

En fin, esto es muy interesante y pienso investigarlo a fondo, tal vez hoy o mañana me internare en el bosque con dos pueblerinos que me quieren ayudar. Espero encontrar algo bueno en esa zona, ya que la gente de aquí le tiene un pavor autentico…”

-Hasta aquí se puede leer-dijo Arturo

Clara estaba ahora calmada, pero el terror estaba tatuado en su rostro más que cualquier otra cosa, abrazo a James mientras Simón se sobaba la cabeza compulsivamente con las dos manos en un genuino gesto de desesperación, Arturo cerro el diario, lo guardo en su mochila y dijo.

-Bueno, si algo de lo que relata ese diario es cierto, estamos en un lugar muy peligroso, finalmente todas esas historias que nos contaron podrían tener algo de cierto, hay que salir de aquí a como dé lugar.

Simón dejo de sobarse la cabeza y dijo angustiado.
-¿Y como se supone que vamos a salir de aquí con vida? No hay manera de regresar por el bosque sin que los arboles nos empalen al caminar por ahí, podríamos tratar de subir la montaña pero no sería muy prudente tomando en cuenta que se ve que no tarda en caer una horrible tormenta, no nos va a quedar otra opción más que adentrarnos en la gruta.

James le respondió
-Es lo más lógico, pero acuérdate del ruido ese que escuchamos ahí adentro, estoy seguro que en ese lugar hay algún tipo de monstruo o algo así, deberíamos acampar aquí afuera a ver si en un rato se despeja el bosque y lo podemos atravesar, o intentamos subir por la montaña, pero ahí adentro no es seguro.

Por primera vez clara sugirió algo.

-Yo propongo que entremos, me dan mucho miedo esos árboles, esto es algo muy malo, estamos metidos en algo horrible y quiero estar lo más segura posible, en la cueva me sentiré más segura y por lo menos ya no nos mojaremos por la lluvia.

Pero antes de que pudieran tomar alguna decisión la tormenta azoto la base de la montaña, en cuestión de segundos se dejó caer una brutal tormenta con granizo pesado y vientos poderosos.

No les quedó más remedio que tomar sus cosas e internarse en la gruta de una sola vez.

Entraron corriendo y al momento encendieron sus linternas para poder iluminar sus caminos, los jóvenes cargaban lámparas de alto poder que juntas iluminaban de una manera muy amplia los recovecos de la gruta. Lo primero que notaron fue que esta tenía una altura impresionante y que en el techo de esta había gran cantidad de estalactitas gigantes que parecía podrían caer en cualquier momento sobre ellos, continuaron avanzando lentamente y mientras más se internaban el lugar se iba modificando de una manera radicalmente extravagante, el amplio espacio que habia en los primeros metros de la entrada se tornaba aun mayor conforme caminaban hacia las profundidades de la gruta, esto generaba que la gruta se hiciera cada ves mas dificil de iluminar, avanzaron tal vez unos doscientos metros hacia adentro y llego el punto en que el espacio era tan amplio que las lamparas aun apuntando juntas al mismo punto no lograban iluminar casi nada, el techo de la gruta ya no se veia ni nada de lo que estuviera al frente era perceptible tampoco, James dijo impaciente.

-Esto es lo mas raro que he visto en mi vida, es como si hubieramos entrado a otro lado que no fuera la gruta, deberiamos regresar. Esto no tiene sentido alguno, es como si la montaña estubiera totalmente hueca.
-Tienes toda la razón James -dijo Simon- ninguna cueva, caverna o nada que haya explorado jamas ha tenido este nivel de expansion interna, es como haber entrado a una de esas tiendas de campaña magicas que por fuera eran miniaturas y por dentro tenian el tamaño de un departamento pequeño, de algun libro de magos que alguna ves leí.

Clara dijo:
-Esto es algo espantoso, este lugar no tienen la más minima logica. Regresemos y esperemos a que pase la torementa, si seguimos avanzando nos perderemos en la inmensidad de esta caverna.

Se disponian a regresar cuando una voz algo apagada pero que no era de los cuatro miembros del grupo susurro desde algun punto cercano.

-Vayanse rapido, moriran todos y seran digeridos por las entrañas de la gruta, no hay…
Vayanse pronto, corran despavoridos porque el ya viene… El jamas perdona ni deja a nadie vivo… ¡Vayanse les digo! ¡Vayanse ya!

Los jovenes asustados no lograron divisar de donde venia ese sonido pero el mensaje habia sido muy claro querian que se fueran del sitio de inmediato. James apuntaba como loco a todas direcciones pero no lograba ver nada en absoluto, ni las paredes de la montaña, ni su techo, es más, la oscuridad era tan inmersiva que inlcuso al apuntarle a sus propios amigos no lograba apreciar del todo sus facciones, entonces saco su camara y decidio comenzar una grabación con la opcion de visión nocturna activada, logro ver a sus compañeros repartidos en diversos puntos no muy lejos de su posicion y les grito.

-¡Chicos, pongan sus camaras en vision nocturna!, ¡Ahora vamos a formar un circulo, todos espalda con espalda y avancemos de esa manera, así ningun loco montañes nos tomara por sorpresa!

Las instrucciones de James se llevaron a cabo de inmediato, se pusieron en circulos y comenzaron a retroceder lentamente de esa manera. Pero no llegaban a ningun lugar, el espacio en el que caminaban se hacia eterno, decidieron deshacer el circulo y caminar en grupos de dos, James con Clara y Simon con Arturo. Pero todos los esfuerzos que se hacian eran infructuosos, habian llegado a un lugar tan oscuro e impreciso que ni la vision nocturna logro penetrar. Decidieron tomar un descanso en ese punto para despues retomar la caminata.

En este punto Jaime exploto y comenzo a reprocharles la idea de internarse en la gruta:
-¿De quien fue la maldita idea de entrar a explorar esta mierda de cueva?

Pero James reacciono inmediatamente.
-Por si no lo recuerdas imbecil este era el maldito plan de venir aquí, entrar y explorar la maldita gruta, ahora deja de lloriquiear como siempre y propon algo util. ¡Oh! Se me olvidaba, eres un estupido sin imaginación…
-Vuelve a decir eso y te voy a romper…
-¿Qué me vas a romper imbecil?

Arturo intervino para calmar la situación.
-Calmense tontos, tenemos que salir de aquí a como de lugar, no se si lo han notado pero  esta maldita oscuridad no es natural, ni en la cueva mas profunda a la que he entrado habia visto oscuridad tan densa como la que nos rodea.
-Yo habia escuchado hablar de este tipo de fenomeno, mi padre colecciona muchos libros de leyendas de terror y situaciones paranormales pero ninguno le habia fascinado tanto como el cuento que habla sobre la oscuridad infinita de Brath-Khul. Mi padre siempre nos contaba que ese libro era unico en el mundo, jamas habia encontrado registro ni del autor, ni de la editorial, ni jamas habia encontrado otras copias del mismo, lo habia comprado en uno de sus viajes a alguna ciudad de latinoamerica, mi padre decia que este libro era autentico y que sus historias eran fascinantes porque eran reales. Naturalmete La oscuridad infinita de Brath-Khul era su historia favorita de ese libro y la contaba con alegria cada que podia. Esta historia relataba la existencia de un ser viejo, mas antiguo que el mar y la tierra, mas antiguo que dios o el diablo, una verdadera reliquia de antaño que moraba en la incipiente tierra a unos cuantos años de su creación, este ser siempre a estado en la tierra y vive en las montañas, bosques o desiertos. Según las historias de mi padre Brath-Khul tenia la habilidad de generar oscuridad en todo momento, podia undir en las penmbras bosques enteros aun estando en pleno dia y su principal objetivo es el de torturar humanos para su propia diversión y comerselos. Su forma era inexacta ya que según dicen puede tomar la apariencia que el quiera y puede hacer aparecer criaturas o cosas que lo ayuden a llevar a cabo sus fechorias.

Todos se quedaron helados e inmobiles al escuchar el relato de Clara ya que lo que les estaba ocurriendo parecia ser obra aquel ser del relato, la oscuridad era tan densa que casi se podia tocar con las manos, habian sido obligados a entrar casi a la fuerza a la gruta y se habia generado un ambiente propicio para perderse en segundos.

-Muy bien, ¿pero ahora que van a hacer?

Los jovenes se percataron de que una persona extra estaba con ellos y era dificil calcular cuanto tiempo llevaba ahí escuchando y siguiendo sus pasos.

-¿Quien eres?-replico Arturo-
-¿Recuerdan el diario que encontraron afuera? Me pertenecia cuando estaba vivo, ahora solo soy un espectro, no estoy con vida pero tampoco estoy muerto, vine aquí hace tiempo y solo encontre mi perdición.

James respondio:
-¿Y esperas que creamos esa mierda? Dinos como salir de aquí imbecil, hemos estado caminando en circulo o algo así, este lugar es una inmensidad.
-Bueno James, dudo mucho que puedan salir de aquí, esta gruta es diferente para todos los que se internan en ella y si el no quiere que salgan no van a salir.
-¿Quién es el? ¿De que hablas amigo?
-Tu novia ya lo ilustro como se debe, en esta montaña vive un ser cuya voluntad va mas allá de la imaginación, Brath-Khul es el dios de las tinieblas y no es esa clase de dios benevolo dispuesto a salvar a la humanidad, sino todo lo contrario.
-Ya me tienen hasta la mierda con ese Brath-Khul, si un pendejo como ese en verdad existiera ya nos habria matado. Así que dinos ahora como salir de aquí o te voy a terminar de matar maldito.
-No hay manera de salir de aquí jovenes y escuche su debate acerca de si haber entrado aquí era un error o no, dejenme enclarecer que nuestro amigo tenebroso nunca hace nada sin razón alguna, si estan aquí es porque el así lo quizo, nunca estuvo en sus manos la facultad de tomar decisiones así que no hay razon para discutir, sus vidas fueron arrebatadas desde que entraron al bosque, a partie de ahí nada ha estado en sus manos.
-¡Callate Maldito! …

Las palabras de James se vieron opacadas por el sonido de un gruñido poderoso que venia desde lo mas profundo de la gruta, lograron escuchar el cabalgar espectral de nuevo y esta ves no tuvieron opcion mas que correr entre las penumbras en diversas direcciones, James corrio junto con Arturo, Clara corrio hacia otra dirección creyendo que seguia los pasos de James y Simon corrio directo a donde venia la criatura pensando que se alejaba de ella, solo logro ver a una inmensa bestia atravesar la gruta, una criatura cuya forma era inenarrable, insoportable, desconocida para todos los ojos humanos, tenia cuerpo de mujer fornida y gigante, con patas largas, fornidas como las de un caballo, un par de pechos de mujer grandes y aparentemente firmes, tenia una enorme cara de toro y unos cuernos largos y negros. Fue lo ultimo que pudo ver Simon ya que al voltear con su camara hacia donde se dirigia ese ser solo pudo verlo viniendo hacia el de frente y con una velocidad maxima, la criatura lo alzo con un brazo como si se tratara de cualquier cosa, y con movimientos frenetocos lo azoto multiples veces contra el suelo hasta que de Simon no quedaron mas que un monton de extremidades y organos esparcidos por todo el lugar.

James y Arturo fueron testigos de la terrible muerte que habia sufrido Simon así que siguieron corriendo despavoridos con el sonido del galopeo firme y creciente a sus espaldas, afortunadamente la oscuridad se habia disipado un poco y podian ver a traves de sus camaras con bastante claridad, de un momento a otro Arturo fue alcanzado por la bestia y fue pesadamente embestido por esta, el golpe fue tan severo que Arturo volo varios metros solo para aterrizar de cabeza contra el suelo seco de la gruta.

James no lo podia creer, esa bestia era real y venia por el, acelero lo mas que pudo hasta que logro ver una luz a traves de la camara, siguio corriendo cada ves mas veloz y mientras mas se acercaba mejor era la vision dentro de la gruta, ahora incluso lograba ver sin necesidad de usar la camara, estaba a pocos metros de la fuente de luz cuando el camino se acabo de pronto y James cayo por un presipicio inmenso hasta que encontro su muerte contra el fondo de la montaña, la camara quedo grabando hacia arriba y se pudo divisar como la fuente de luz se atenuaba hasta desaparecer solo para demostrar que James habia sido llevado a su perdición.

Clara corria a ciegas sin saber que era la ultima persona viva de su equipo, gritaba los nombres de los jovenes pero solo respondia el eco fuerte de su voz, de pronto llego a un lugar estrecho y complejo donde la oscuridad se habia normalizado y se podia ver con claridad incluso sin usar la camara, ni la lampara, Clara volteo para observar de donde venia pero parecia haberse transportado a esa zona ya que no habia ningun rastro de la horrible amplitud a traves de la que habia corrido, Clara comenzo a avanzar con miedo y siguio gritando en sollozos los nombres de sus amigos sin respuesta alguna hasta que de alguna esquina de ese laberintico complejo de pasillos surgio un hombre que se veia bastante desgarbado y sucio, Clara se alerto y se dispuso a escapar de este pero se tranquilizo al escuchar su voz y comprobar que era aquella persona que habia hablado con ellos anteriormente.

-Fui un idiota, me creeia tan superior, cuando llegue aquí instale un campamento afuera de la gruta, al caer la noche todos los demas que me acompañaban dormian y la gruta me hablaba, era la voz de mi madre, me llamaba con ternura y me decia cosas hermosas, en ese momento decidi entrar a la gruta en busca de mi madre, ella murio cuando era pequeño y encontraba reconfortante poder hablar de nuevo con ella. Lo que encontre fue aun mejor de lo que esperaba, era mi madre con una larga tunica rodeada de una inmensa fuente, me acerque para abrazarla pero lo ultimo que recuerdo fue que la linda imagen de ella se fundia como un color que se difumina de una pintura y en su lugar me encontraba a escasos centimetros de una criatura de cuerpo femenino con cara de toro que dio un paso hacia mi y me devoro la mitad del cuerpo en un solo movimiento. No me explico que fue lo que paso despues, no se si soy un fantasma o si soy algo mas que eso, pero llevo aquí mucho tiempo y he visto a muchos otros morir y ser devorados por la oscuridad.
-Dime espectro, ¿Que es este lugar?, ¿Alguien ha sobrevivido alguna vez aquí?, ¿Morire aquí?
-Te dire algo Clara, este lugar es un infierno cambiante diferente para todos y esa criatura que ha matado a tus amigos es un siervo de Brath-Khul, nadie ha sobrevivido aquí mas que mi esencia, no se si haya otros como yo y temo decirte que sí, moriras aquí como todos los que hemos entrado a las entrañas de la oscuridad.

Al decir esto el espectro desparecio y el lugar volvio a cambiar enfrente de los ojos de Clara, una enorme puerta se abrio al frente y todos los pasillos desaparecieron dejando como unico camino entrar a la infame puerta. Clara atraveso la puerta y observo un enorme cuarto en el que se erguian inmensas estatuas de serer abismales con formas que van mas alla de la imaginación, al centro habia un trono gigante sin nigun ocuapane y a un lado de este se encontraba aquella criatura espeluznante con forma de mujer y cara de toro, parecia estar armando algo pero no se lograba apreciar a la perfeccion lo que era, a medida que se iba acercando Clara pudo notar que esa criatura estaba creando una escultura con los cuerpos muertos de James, Simon y Arturo, su terror fue tan amplio que sin darse cuenta de sus acciones comenzo a correr en direccion a la puerta por la que habia entrado solo para darse cuenta de que a traves de la puerta se observaba la misma escena que habia dejado atrás al correr; como lo habia dejado claro el espectro no habia escapatoria.

Clara se arrodillo y comenzo a llorar desenfrenadamente dandose cuenta de que su fin estaba proximo, no presto atención a que la criatura se habia perctado de su presencia pero no se habia inmutado, tampoco se dio cuenta de que a su espalda habia aparecido un hombre que la veia con indiferencia y no salio de su pena hasta que este le hablo con una voz muy cordial y natural.

-No te hare daño, ven conmigo.

Clara se calmo pero al ver que aquel hombre se acercaba lenta pero contundentemente intento correr a traves de la puerta y gritaba desesperada.

-¡Dejenme en paz!, ¡Por favor, no me haga daño!, ¡Se lo ruego, se lo suplico!, ¡Dejeme ir, no me mate!, ¡Tenga piedad se lo pido!
El hombre hizo caso omiso a la histeria de la joven y le dio alcance con facilidad, la llevo a rastras con suma facilidad, la coloco en el centro de la estancia y le dijo con firmeza:

-Solo estas aquí porque tienes algo que quiero para mí, nunca he tenido descendencia y hoy hare de ese hijo que llevas en tu vientre mi descendencia.


Clara no tenia idea de lo que aquel hombre hablaba, era un hombre muy, alto delgado, calvo y de piel obscura, vestido en un traje negro y con gestos muy severos. Rapidamente poso su larga mano sobre el estomago de Clara, inmediatamente este comenzo a abultarse poco a poco y Clara sollosaba de una manera desgarradora, en segundos el vientre de Clara parecia tener un cumulo de tumores terribles que aumentaban en tamaño y de un momento a otro Clara estaba tan inflamada que su estomago estallo partiendola por la mitad dejando al descubierto a un pequeño bebé humano que fue interceptado por aquel hombre. El hombre dijo, tu seras Verihil y esparciras las tinieblas por todos los rincones de la tierra hasta el final de los tiempos.


lunes, 3 de agosto de 2015

Toda acción conlleva a una reacción...

Este cuento nació por el asombro que me causo un vídeo que me compartieron en facebook, en el cual se puede observar a un niño molestar violentamente  a una inocente iguana. El niño la golpea repetidas veces en su cabeza y la aplasta contra el suelo pata terminar toreando al animal picandole la boca  con confianza hasta que en el momento menos esperado la iguana le prensa con fuerza los dedos al niño enseñandole instantáneamente que el respeto a los animales es un tema serio. Espero que lo encuentren interesante. 

La Promesa.

Un pequeño niño jugaba alegremente con su iguana en el patio de su casa, el niño era moreno y de aparentes bajos recursos, esto se dejaba ver en las ropas viejas y desteñidas que usaba, una larga camisa color hueso con un pantalón más grande de lo normal del mismo color y unos zapatos escondidos por la inmensidad del pantalón de color café claro.
El niño estaba muy alegre de poder jugar con su Rena su iguana, sus padres casi no le permitían salir a jugar con ella ya que decían que era peligroso que anduviera solo con el lagarto. Afortunadamente en ese momento se lo habían permitido y esto lo hacía profundamente feliz.

El niño corría frenético tras la iguana y a decir verdad no la trataba con el suficiente respeto, la golpeaba suavemente cada que la alcanzaba y la jalaba de la cola cada que esta se quedaba inmóvil. Pasaron veinte minutos y naturalmente la iguana ya estaba cansada de los frenéticos juegos del infante, así que se quedó quieta, el niño se sentó junto a ella y le dijo:

-¿Ya te cansaste pequeña Rena?
La iguana se quedó inmóvil y obviamente no respondió nada en absoluto.

-¡No quiero que descanses maldita iguana!-dijo esto vociferando y golpeando la cabeza de la iguana con frenesí-

La iguana estaba totalmente sobresaltada por la actitud del pequeño, solo trataba de cubrir su cabeza con sus patas pero la fuerza del niño aunque limitada era suficiente para causar mucha molestia y dolor a Rena. De pronto algo muy extraño ocurrió Rena emitió un grito extraño y poderoso que sobresalto al infante y lo hizo detenerse de inmediato. El niño se levantó de golpe y se quedó mirando fijamente a Rena que parecía algo diferente, se acercó con firmeza y le dijo.

-¡A mí no me rezongues maldito animal!-dijo esto enojado y se disponía a castigar a golpes al animal pero lo que ocurrió lo petrifico instantáneamente-

-Si me vuelves a tocar me colgare de tus dedos y me los comeré uno a uno-¡Rena había hablado!

El niño no podía creer lo que estaba pasando, su miedo fue tan superior que en su desesperación tomo un palo cercano y se dispuso a golpear brutalmente a Rena para cesar su endemoniado comportamiento. Pero no puedo ni acercarse, Rena había crecido de una manera impresionante frente de sus ojos, ahora ya no tenía la forma de una pequeña iguana, si no que ahora tenía la forma de un robusto dinosaurio de antaño con una boca amplia con grotescos dientes afilados. El niño se había quedado totalmente catatónico ante semejante revelación, entonces Rena se acercó con un movimiento tosco hasta quedar frente a frente con el pequeño infante que ahora se veía mínimo en comparación de la enorme bestia reptiliana que se posaba en frente de él, Rena hablo.

-Pequeño niño llorón, si me vuelves a tocar no solo me comeré tus dedos, también me comeré a tus padres y finalmente volveré a comerte a ti, lentamente, parte por parte y centímetro a centímetro y escúchalo bien, no habrá ruego que te valga, nunca te dejare descansar.

El niño grito y salió corriendo con desesperación hasta llegar con su madre y le dijo desesperado.

- ¡Mami, mami!, ¡Rena quiere comerme¡ ¡Rena quiere comerme¡
La madre respondió tranquilizadora.

-Cálmate hijo, Rena es muy pequeña, sería más fácil que tú te la comieras a ella a que ella te coma a ti.

-En serio mami ¡Tiene enormes dientes y quiere comernos a todos!, ¡Ella misma me lo dijo!

-Hijo, los animales no hablan y si te mordió o algo es por que posiblemente tú la estabas molestando primero. Ahora ve a traerla para guardarla en su pecera.

-¡Pero mamá! Te juro que no estoy bromeando.

-Está bien hijo yo la traeré.

-¡No mami! , ¡No entiendes!, ¡Te comerá!              

La madre avanzo parsimoniosamente hacia el patio, el niño corrió tras ella y cuando la alcanzo la jalo de su blusa para intentar infructuosamente detenerla. La madre llego al patio, recogió a la pequeña Rena del suelo, entro de nuevo en la casa y la deposito en su pecera especial para iguanas.

El niño se acercó horrorizado a la pecera y vio a Rena la iguana en su tamaño normal, no era ya una amenaza pero estaba muy aterrado con su presencia, aun así el niño tranquilizándose poco a poco se aproximó al frio vidrio de la pecera para ver mejor a Rena.


Desde el otro lado de la pecera Rena veía fijamente al chico y con un movimiento casi imperceptible le guiño un ojo como recordándole su mórbida promesa.





miércoles, 29 de abril de 2015

La rutina y sus consecuencias.

Buenas noches queridos lectores, en esta ocasión les traigo un escrito de la vieja escuela que llevaba cerca de dos años guardado en mi cuaderno, por fin me decidí a escribirlo en la PC y compartirlo con todos ustedes, también quiero agradecerles por leer mis cuentos anteriores y por sus valiosos comentarios al respecto. En el descenso trato uno de los temas mas polémicos de la vida que es la infelicidad de hacer lo que a la gente no le gusta o no les llena del todo, en este cuento exploramos gran parte de mi propia vida y tomo como inspiración varias fases de mi propia vida combinada con otras situaciones como son el insomnio y la imposibilidad para despertar por la mañana. De antemano muchas gracias, espero que les guste y sus comentarios.   

El Descenso.

Dionisio se levantó temprano esa mañana pero por más que intentaba no lograba quitarse el sueño producto de ya varias semanas de insomnio, no podía dormir en las noches hasta ya bien entrada la noche y esa situación era tan abrumadora ya que en la mañana no podía quitarse esa sensación de sueño de encima. Dionisio se quedaba dormido con frecuencia en el transporte público, algunas veces en su trabajo, en el comedor, en el metro de regreso, pero justo al llegar la noche se le iba todo ese sueño acumulado mas no el cansancio, mientras tanto giraba de un lado a otro en su cama, se tapaba completo, se destapaba, veía el televisor, lo apagaba, iba al baño, hacía de todo hasta que finalmente se quedaba dormido a altas horas de la noche o ya tirándole a la madrugada, claro que en las mañanas no lograba despertarse a tiempo y si en ocasiones lo lograba parecía más un zombi que un hombre sano en plena juventud, era un verdadero martirio.
Por lo menos aquella mañana si había logrado despertarse a una hora adecuada, de inmediato se metió a bañar, al salir se arregló un poco y se fue directo al trabajo. Su trabajo era sumamente aburrido pero no era tan malo después de todo, tenía todo lo que uno podría desear, un horario flexible, lo único que tenía que hacer era aguantar su jornada de medio tiempo y salir de regreso a su hogar a hacer cualquier otra cosa que no fuera estar frente a un escritorio o en el área de fotocopiado, pero para Dionisio eso era una horrible eternidad, lo único que ayudaba era que podía escuchar música en su oficina y eso lo hacía feliz, lamentablemente odiaba su trabajo de una manera incomprensible y lo peor es que ni el sabía por qué.

Ese día se bajó del metro revisando rápidamente el reloj, por suerte llevaba un buen tiempo e iba acompañado de la mejor música del mundo en sus oídos que como ya era costumbre animaban sus mañanas y lo ponían de buen humor antes de llegar a la infame oficina donde dejaba día a día la mitad de sus 24 horas de actividad, iba pensando en que increíble seria que le pagaran por escuchar música y viajar en un camión medio vacío, esa idea no lo molestaría en lo absoluto, podría hacerlo por horas hasta que le reventaran los oídos, pero lamentablemente jamás ocurriría tal cosa, estaba ensoñado con sus fantasías hasta que justo en la puerta de entrada del personal se encontró con un revuelo de gente que señalaba con gestos intranquilos a un individuo que corría a gran velocidad hacia él, Dionisio pudo ver que dicho hombre corría enloquecido abrasado por una poderosa flama de fuego verde, el hombre iba tan velos que iba dejando una estela de llamas verdes perecederas que lo hacían ver como si hubiera sido disparado desde un cañón.
Dionisio se detuvo en seco pero el hombre iba tan rápido y determinado que ya estaba a menos de tres pasos de él, el hombre balbuceo sus últimas palabras que sonaron con un eco extraño y en algún momento fueron ininteligibles.

-¡No entres ahí¡

Fue lo único que Dionisio logro percibir antes de ser impactado de lleno por aquel hombre en llamas verdes, el golpe había pulverizado al sujeto y había sido lo suficientemente fuerte como para derribar a Dionisio, ahora este yacía sentado en el suelo repleto de una infame ceniza proveniente de aquel individuo que le había parecido tan sumamente familiar, de repente la gente lo intercepto y le hicieron muchas preguntas.

-¿Conocías a ese tipo?, ¿Qué le has hecho? desapareció por completo, ¿Estas bien hijo?, ¿Te hizo algo el tipo ese?

Dionisio respondió como pudo a todas las interrogantes pero el menos que nadie tenía la menor idea de que había ocurrido en ese lugar. Lo llevaron al servicio médico para que lo revisaran pero no presentó ninguna molestia aparte de estar cubierto de cenizas humanas recientes y lo dejaron ir a su área de trabajo, subió al segundo piso y se dirigió al baño para lavarse bien todas esas cenizas, se sacudió lo mejor que pudo y se dirigió a su cubículo de trabajo, pero antes de llegar fue asediado por múltiples y morbosas preguntas por parte de sus compañeros a las que solo respondió con un resumen de lo ocurrido y con la negación de saber algo más del tema.

Una vez llego a su lugar se dio cuenta de que ya tenía una extensa fila de clientes esperándolo con caras exigentes que lo reprocharon con desdén por haber llegado tarde a atender sus exigencias, se apuró a atenderlos a todos pero él sabía que ninguno de ellos se había ganado ni su amistad, ni su respeto, ninguno de esos exigentes cabrones era ni seria jamás importante para él, porque  él era varias veces más capas que todos ellos juntos, para el eran simple basura insignificante y no tenían el más mínimo valor, eran tan simples que hasta daban asco, todos compartían el mismo sentido del humor idiota, las mismas actitudes mediocres, la misma felicidad fingida ensayada de tantos años que hasta parecía ser real, los odiaba con todas sus ganas, odiaba que se le acercaran, que intentaran bromear con el que a final de cuenta eran tan simples que aun queriendo no merecían ni una sonrisa, él prefería estar solo, alejado de todos pero para su desgracia su trabajo requería de verlos a todos constantemente, solo esperaba que fuera la hora de salida para irse de ahí corriendo.

Ese día su odio se acrecentaba con cada persona que se aproximaba, los comenzó a tratar mal y luego finalmente se calmó. Ya solo faltaban 10 minutos para partir de aquel tortuoso sitio, fue al baño y a fumar un cigarro para matar los 10 minutos que restaban, finalmente lo logro, regreso, recogió todas sus cosas y hecho a correr a las escaleras de salida.
Por fin era libre, después de un día tan aburrido y al otro día ya no volvería, lo había decidido, mandaría ese infame trabajo al carajo y con él a todos los individuos que ahí trabajaban, iba ensoñado en su determinada decisión pero cuando cruzo el umbral que dividía el edificio con la calle sintió una poderosa corriente de aire frio que le helo absolutamente todas las terminaciones nerviosas, la sensación fue tan poderosa que le pareció haber perdido el conocimiento por unos segundos, pero fue algo muy raro porque al ver a su alrededor estaba de nuevo en las escaleras de salida, se sintió confundido, era ya el segundo suceso extraño del día, no le dio importancia y se dispuso a bajar de nuevo las escaleras y se encontró de frente con su jefe que lo saludo y le dijo.

-Buenas tardes joven Dionisio, ¿A dónde se dirige?, ¿Dejo a alguien encargado su puesto?
Dionisio le respondió contento.
-Buenas tardes jefe, pues me disponía a ir a mi casa en este mismo instante y supongo que ya habrá llegado mi relevo.
-¿Tiene algún problema?, ¿Algo le ha ocurrido?
-De ninguna manera y ahora, si me disculpa…
-¡Deténgase ahí y deme una explicación de por qué abandona su trabajo! ¡Si se siente mal yo lo entiendo, pero no juegue conmigo!
-Jefe, con todo respeto, ya cumplí con mi horario y no pienso quedarme ni un minuto mas aquí.
-Dionisio revise su reloj y regrese a trabajar. Si tiene algún problema hágamelo saber, pero si se va así sin explicar nada le descontare el día completo.

El jefe no le permitió argumentar nada más subió enfadado y se perdió de vista. Dionisio se quedó asombrado, reviso el reloj y casi se vomita de la impresión, ya que el reloj marcaba la 1:30 y no las 4:00 como anteriormente, ¿Qué maldición es esta?- pensó-, subió rápidamente para ver qué era lo que estaba ocurriendo pero a lo lejos vio a un hombre muy malhumorado que le gritaba a una clienta suya, parecía un hombre muy enojado con el mundo y con la vida, en esta ocasión no pudo contener el vómito, se vomito prolíficamente en su sitio mientras se veía a sí mismo a varios metros de distancia regañando a la gente y tratándolos como basura.

¡Qué demonios está pasando!-exclamo desesperado- el miedo no lo dejaba pensar así que intento volverse a ir, corrió por las escaleras y volvió a cruzar el umbral de las salida pero para su desgracia volvió a sentir la ráfaga helada, la perdida momentáneamente de conocimiento y volvió a aparecer en la escalera, esta vez vio de inmediato su reloj y comprobó asombrado que la hora había disminuido otra vez, ahora eran las 12:30, volvió a repetir el procedimiento otras dos veces sin ningún logro más que su reloj marcara ahora las 10:30, quiso intentarlo una tercera ves pero esta vez las escaleras se cerraron de golpe de tal manera que solo el acceso al sótano quedo disponible, desesperado bajo con cuidado hasta la parte de su oficina a la que nunca en su vida había tenido acceso, era un lugar muy oscuro y tenebroso pero al bajar los escalones correspondientes se dio cuenta de que no llego al sótano, si no a otro apartado de escaleras que seguían bajando y seguían bajando aparentemente hasta el infinito, jamás se imaginó que hubiera tantos pisos subterráneos en su edificio, pero algo estaba muy raro, mientras más bajaba más oscuras se ponían las escaleras.

Ya había bajado lo equivalente a 10 pisos, unos iluminados con focos viejos y otros sumidos en la más grotesca oscuridad, también era destacable el horrible frió que comenzó a azotar aquellas escaleras. Dionisio estaba totalmente asustado, era imposible que un edificio tuviera tantos pisos de sótano, quería regresar corriendo pero una curiosidad enfermiza lo hacía seguir bajando, ya se había cansado mucho pues llevaba ya la equivalencia de 50 pisos hacia abajo, ese lugar ya era un gélido y mohoso infierno, las paredes estaban roídas y oxidadas, la iluminación había vuelto pero de manera muy tenue, solo por unas frágiles lámparas que acompañaban el descenso, las paredes tenían enormes agujeros y grietas profundas por las que salían gritos o gemidos que denotaban un auténtico dolor, también se escuchaban pasos a su espalda que hacían de la experiencia un derroche de tortuosa paranoia que hacía a Dionisio voltear constantemente para comprobar que no estaba siendo acechado por alguien entre las sombras.

La equivalencia era ya de 100 pisos hacia abajo y el frió en este punto era el peor que hubiera sentido jamás, los agujeros ahora eran hipnotizantes boquetes profundos de dónde provenía una absorbente negatividad, finalmente Dionisio se cansó de bajar y decidió regresar, pero su ascensión se vio mermada por unas enormes manos grises y podridas que salieron de los agujeros, lo tocaban insistentemente y lo jalaban hacia ellos, pero se pudo liberar de alguna manera y trato de subir, pero su miedo más infame se le vino encima como una bola de boliche, en el escalón superior se encontraba un individuo solo imaginable para los más desaforados dementes, eran un feroz humanoide de elevada estatura que emitía dolorosos gritos de ansiedad que agitaba sus largos brazos tratando de alcanzarlo, su carne era pellejuda y grisácea y su rostro desfigurado solo tenía una expresión de odio infinito, Dionisio se quedó paralizado ante semejante criatura infernal y no reacciono hasta que aquel individuo ya estaba lo suficientemente cerca como para abrazarlo, entonces dio media vuelta y salió corriendo tan rápido como pudo, bajo las escaleras ya sin ir contando cuantos pisos llevaba y no se detuvo hasta que encontró una enorme puerta de piedras negras que contenía el siguiente grabado en ella.

Ante los ojos del maestro todos somos iguales, todos sufrimos igual y compartimos un mismo destino. El tiempo se desvanecerá pero nosotros seguiremos viviendo el mismo infierno hasta que se acabe la voluntad de quien odia”

Empujo la puerta sin poner la más mínima atención a aquellas palabras, entro y llego a un lugar morbosamente conocido, era muy similar al edificio donde trabajaba pero con un enfermizo toque decadente, parecía como si en aquel sitio hubiera habido un terrible terremoto, ya que el lugar estaba muy destruido y parecía estar abandonado, de todos modos esa situación no tenía la más mínima lógica, ¿Cómo era posible que después de 100 pisos hacia adentro hubiera un lugar como ese?

-Tok, tok, tok
-Tik, tik, tok, tok
Salió de su ensimismamiento y se dirigió a investigar de donde provenía ese constante golpeteo.

-Tok, tok, tok
-Tik, tik, tok, tok

Y lo que descubrió fue absolutamente horrible, en el segundo piso del edificio había una emulación bizarra de su área de trabajo, solo que aquí los trabajadores eran seres como los de las escaleras vestidos con traje que gemían dolorosas sonatas que compartían entre ellos. Cada uno de ellos traía consigo un enorme machete con el que cortaban violentamente grandiosos pedazos de carne acumulados en sus mórbidos escritorios, los que no contaban con un montón de carne se mutilaban a sí mismos o cortaban a sus compañeros con bastante energía mientras se lograba escuchar un muy forzado –Trabajo, trabajo, solo hay que trabajar-. Dionisio no podía soportar una escena tan funesta como aquella y dijo en voz baja, -¿Qué demonios es este lugar?- dijo esto sin esperar ninguna respuesta pero para su infeliz asombro obtuvo una respuesta de lo que parecía ser una versión sumamente decrepita de sí mismo que le dijo.

-Este lugar tú lo conoces bien, es tu área de trabajo solo que nunca habías tenido acceso a esta área, solamente una acumulación muy grande de dolor u odio pudo haberte garantizado un boleto para que visitaras esta mierda, nosotros los que estamos aquí alguna vez fuimos humanos o algún otro tipo de ser pensante pero con el paso del tiempo y la energía negativa que crece en nuestro interior nos fuimos degenerando poco a poco y ahora ni la muerte ni el tiempo nos pueden librar de nuestro destino aquí, nosotros hemos ido más allá del tiempo y de la muerte y al final solo queda el TRABAJO.

Dionisio se vio proyectado a futuro, trabajando como un demente para alguien más, desperdiciando el tiempo de su vida trabajando como idiota sin obtener absolutamente nada que vaya más allá del dinero o por lo menos de un dinero bueno y aun después de la muerte seguiría trabajando como esos infelices, la sola idea le causo un ataque de histeria indomable, se arrodillo y se revolcó en el suelo imaginando su amargo futuro, pero cuando por fin retomo la consciencia se decidió a escapar de aquel lugar, pero no sin antes destruirlo por completo, diviso una antorcha con una enorme llama verde saliendo de ella y le vino una brillante idea, incendiaria ese lugar con todos sus infames habitantes y los libraría de esa horrible cárcel de trabajo infinito en la que se encontraban, corrió hacia la antorcha, la tomo y la lanzo contra los muebles decadente que comenzaron a arder prominentemente, tomo otra y encendió otro tramo de aquella infame prisión, así continuo hasta que el lugar no era más que un hervidero de sollozos y de poderosas llamas, trato de correr en dirección a la puerta pero se tardó mucho, el fuego ya lo había empezado a perseguir y lo había encendido por el pie izquierdo que rápidamente fue encendiendo todo su cuerpo hasta dejarlo completamente en llamas, empujo la puerta, subió lo equivalente a un piso y volvió a su edificio normal de trabajo, ya sabía lo que tenía que hacer, si no mal recordaba tendrían que ser las 9:30 que es la hora a la que llego aquel día, tenía que evitarse llegar ese día al trabajo, su vida entera dependía de ello, corrió lo más rápido que pudo y logro ver a la gente señalándolo pero no le importo, lo que importaba era evitar su llegada, pero todo esfuerzo fue infructuoso, cuando le faltaban tres pasos para llegar a si mismo sintió como sus extremidades y partes de su rostro se tornaban en cenizas, ese fuego verde estaba en otro nivel de daño, pero irónicamente no sentía ni el más mínimo dolor, finalmente exclamo.

-¡No entres! ¡Yo soy tu y abajo está el otro! …


Aunque solo lo primero fue audible, las demás palabras ya no salieron de su calcinada boca, tal vez si hubiera podido dar su mensaje su destino hubiera sido diferente, el ultimo recuerdo de Dionisio fue el sentir como su cuerpo entero se estrellaba consigo mismo convirtiéndose de inmediato en molesto polvo humano.